sábado, 8 de enero de 2011

¿Donde está el dinero?

Como diría el Rubalcaba de fin de año, "dinero, tie que haber". Pero últimamente se ve más bien poco y la situación es preocupante. Muchos acusan a los políticos por sus sueldos, ciertamente más elevados que la media, y pensiones que, después de ver cómo administran los bienes públicos, tal vez deberían ser negativas más que positivas, como deuda contraída con el resto de la sociedad.

Pero el caso es que en comparación con el PIB de España, los sueldos de los políticos no justifican la escasez que se nota, el problema no ha de ser lo que se llevan en sus sueldos, aunque ciertamente muchas administraciones duplicadas sobran, y sobran muchos consejeros que viven del cuento o cuyo "sabio consejo" no se nota en absoluto.

Pero sobre todo es lo que se llevan, por ejemplo, encargando una escultura en una plaza a un amiguete y luego repartiéndoselo como les parezca bien, es lo que tiran con actos de demagogia porque queda bien gastar un dinero que no se tiene en dar un portátil a cada alumno, cuando no se le va a sacar provecho porque el profesorado no está preparado, ni los planes de estudio, ni los materiales, ni nada.

Lo que hacen falta son dos cosas:
- Transparencia completa en lo que se gasta el dinero y sobre todo por qué. Ṕor ejemplo, estudios científicos que avalen una u otra medida. Resultados que se esperan obtener, etc.
- Evaluación de las medidas que adoptan los políticos y de los políticos mismos. Evaluación de las consecuencias que se esperan obtener con la aplicación de unas determinadas medidas, objetiva, científica, y evaluación a posteriori de si han sido acertadas o no, y por qué, de lo que se deriva la evaluación del político, si falla más que una escopeta de feria o si acierta. Una decisión debería ser como un contrato, ha de especificarse por qué, para qué, qué se espera obtener, aportarse garantías. No puede ser algo que saquen adelante por ejemplo buscando apoyos de nacionalistas, cambiando cromos.

Cuando un arquitecto construye un edificio puede dar garantías acerca de la fuerza de temblores de tierra que puede soportar o el peso que puede aguantar. Cuando un médico mete la pata por hacer las cosas mal, se carga a un paciente, se le puede caer el pelo y se juzga duramente. La responsabilidad civil de los políticos es mucho mayor, pero están sometidos a controles mucho más laxos, prácticamente inexistentes y eso es inaceptable.

No es ya un problema de las decisiones políticas que se toman, que pueden ser más o menos acertadas, es un problema de la manera en que se toman, el método, que es incorrecto, como lo sería, por ejemplo, en una dictadura, donde el dictado hace, más o menos, lo que le viene en gana. El control de los políticos en una auténtica democracia requiere transparencia en cada una de las decisiones que se toman, informar a los ciudadanos no sólo de lo que se hace, sino por qué y qué se espera conseguir, en lugar de eso tenemos una prensa politizada que atacará al rival pero sólo en aquello que no perjudique a los de su color, así se critican decisiones concretas, pero nunca el método por el que se toman.

Por la falta de transparencia en las decisiones que se toman y la falta de mecanismos de evaluación de las mismas por parte de los ciudadanos prácticamente se puede decir que estamos en una dictadura que se renueva cada cuatro años, pudiendo escoger entre un catálogo realmente poco variado, puesto que son personas especializadas en conseguir votos, pero no en resolver los problemas a los que se van a tener que enfrentar una vez los consigan.

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Mientras se saquea al ciudadano, el dinero fluye a los peores morosos de la historia: Los ayuntamientos. Mientras se le deniegan créditos vitales a las familias y pequeños empresarios (muchos de ellos autónomos) para no verse en la ruina, los bancos reparten dinero a manos llenas a ayuntamientos endeudados hasta las cejas que saben, luego no van a devolver ese dinero.

Según diarios como EL ECONOMISTA “el crédito moroso de las administraciones se duplica en un solo mes” ¿y va a pasar algo? ¿Les van a cerrar el grifo? Claro que no, el dinerito seguirá fluyendo sin control hacia los estamentos públicos para que no les falten el caviar, el audi ni los trajes, ni el viaje a canarias para supervisar “el cultivo del plátano” como ciertos diputados hace unos años, en fin lo dicho ellos a su fiesta, que el dinero lo pone primero la caja de ahorros que sea y luego, cuando no paguen, ya lo pagará algún incauto ciudadano con su hipoteca o con su vida, total, en este país ya hay claramente unos ciudadanos de primera, de segunda, los trabajadores y finalmente los parados, que si por ellos fuera eliminarían de un tiro en la nuca.

Señores, que estamos hablando de ¡UN 25% DE IMPAGADOS POR PARTE DE LAS ADMINISTRACIONES! Y yo me pregunto ¿en que se funden el dinero? Solo hay que comprobar el sueldo de los alcaldes, de sus concejales, de sus asesores y de sus chanchullos y veremos fácilmente donde se evapora el dinero, en un fondo sin pozo de vividores que como parásitos nos chupan la sangre, pero que cuando el perro está moribundo como ahora, se lo pueden cargar, pero ellos ajenos a la realidad les importa un pito matar al perro, como si hubiera más perros del cual chupar, perro llamado España.

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4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en todo, excepto en el título. El dinero no está en ninguna parte, porque en las crisis desaparece, simple y llanamente es así, es una cuestión de economía positiva.

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  2. La intención del título es llamar la atención a ver si alguien lo lee, tal vez sea un poco sensacionalista, pero intento limitar el sensacionalismo a los títulos. Es como el caso de "La última palabra en la educación es del Estado, no de los padres", que es prácticamente una reducción al absurdo en sí mismo, porque prácticamente deja corto a 1984 y se iguala a "Un mundo feliz", lo cual es, simplemente, horrible.

    Efectivamente, el dinero se ha volatilizado, la cuestión es ¿por qué? Pongamos que los especuladores siembren dudas, que el precio de las acciones baje, las hipotecas, etc. todo baja de precio, vale menos, se destruye el valor de las cosas. Aunque fuera culpa de los especuladores el caso es que los que tienen la responsabilidad de mantenerlos a raya y velar por el bienestar de los ciudadanos son los políticos. Los especuladores especulan, y los políticos tienen que administrar, gestionar, legislar, y es en esta segunda parte donde ha habido el fallo si los primeros han tenido éxito para el perjuicio de los ciudadanos.

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  3. Entiendo. El dinero se ha volatilizado porque los bancos han reducido el proceso de expansión crediticia, ya no conceden tantos préstamos como antes.

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  4. Y de ahí que a posteriori se estén haciendo reformas para limitar esa expansión (e intentar evitar futuras "implosiones" como la que vivimos).

    Aprendemos a palos...

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