martes, 16 de agosto de 2011

Gobierno científico-ingenieril


Esta propuesta no trata de establecer qué se debe hacer, sino cómo se debe proceder en el gobernar. Al gobernar es necesario utilizar el conocimiento que se posee en las distintas ciencias para poder tomar mejores decisiones y poder hacer explícito el procedimiento y motivos por los que se toman. Haciendo verificable la corrección de las decisiones políticas tomadas. Adicionalmente se trata de un cambio gradual, ya que es necesario continuar con el fomento y desarrollo de la ciencia así como su aplicación, retroalimentándose en un círculo virtuoso.


Contenido


Introducción

La política se ocupa de decidir las acciones que debe realizar el Estado para el bien de la sociedad. En ese sentido, afecta a todos los integrantes de la sociedad profundamente. Dependiendo de las decisiones políticas la educación recibida será de una u otra forma, ya desde la niñez, incluyendo la posible reconciliación de la vida laboral de los progenitores. Antes de eso el mismo nacimiento y existencia puede depender de la educación sexual que se haya impartido a estos progenitores, tal vez muy jóvenes, o de las leyes referentes al aborto que existan. Al igual que puede depender de las ayudas a la maternidad y/o paternidad ofrecidas, tanto laborales como económicas, de la posibilidad de encontrar una vivienda digna en la que formar una familia, de tener un trabajo, etc. La lista es interminable. Dependiendo de las decisiones políticas todo aspecto de la vida queda condicionado de manera más o menos directa, incluyendo su posible inicio y final, especialmente visible en cuestiones de sanidad, aunque otras cuestiones, como la calidad del aire en las ciudades o la legislación en cuanto a alimentación, antenas de móviles y otros muchos factores pueden influir.

Estado de la cuestión

La política es un tema fundamental para la sociedad y todos sus integrantes, por eso la forma de hacer política debe ser responsable. Los recursos intelectuales, económicos y de otra índole invertidos en política normalmente tendrán un retorno muy elevado, debido, entre otros motivos, a las grandes cantidades de recursos manejados por los políticos en un país como España, la quinta economía por tamaño en Europa y duodécima en el mundo 1.

La responsabilidad

Sin embargo, la forma en que se hace política hoy en día no es responsable. Se está influyendo sobre todos estos aspectos de la sociedad, pero no se hace desde el conocimiento, rara vez se prevén los resultados o los métodos y técnicas empleados para ello no son adecuados. Algo difícil de juzgar por parte de los ciudadanos, ya que la motivación de estas decisiones, los resultados esperados y demás información relevante, que permitan verificar que la forma en que se está procediendo es correcta, no está disponible.
Al contrario, por ejemplo, vemos que unos presupuestos del Estado se consideran correctos por algunos grupos parlamentarios pero no por otros, y lo que es más grave, algunos grupos parlamentarios pueden considerarlos como correctos o incorrectos dependiendo de otros favores que se hagan a cambio. Esto no sólo hace evidente la subjetividad aplicada en estas cuestiones, frente a la objetividad de la ciencia, sino los verdaderos motivos por los que se toman unas decisiones u otras, no por el bien de la sociedad, sino por un intercambio de favores entre la casta política, con la única finalidad de preservar su status quo, pese al mal que pueda causar a la sociedad.
Así pues, puede claramente apreciarse como incorrecta la forma en que se están tomando estas decisiones, tan influyentes sobre las vidas de tantos millones de personas.

La complejidad

Estas decisiones, además de tener un gran impacto sobre millones de vidas, son decisiones complejas ya que un Estado es un sistema sumamente complejo. Los candidatos a los que podemos votar rara vez son profesionales en el diseño o gestión de sistemas complejos, en el diseño de algoritmos que puedan fomentar el surgimiento de unas dinámicas u otras en estos sistemas o en el diseño de controladores que ayuden en la gestión de dichos sistemas.
Una forma de considerar el problema de dirigir un estado es modelizarlo como un problema de optimización multiobjetivo, en el que se tiene una gran libertad, ya que no sólo se otorgan pesos o presupuestos a los ministerios, sino que se definen leyes e incluso se modifica la estructura en cuanto a ministerios del Estado. Sin embargo, sigue siendo un problema de optimización multiobjetivo, ya que el Estado tiene que preocuparse por el bien de la sociedad y esto implica distintas consideraciones (objetivos) que son relevantes para la sociedad, la distinción con otros problemas de optimización es la gran libertad y posibilidad de acción para resolver éste, factores que aumentan la complejidad en el tratamiento, pero que una vez se consideran con las técnicas adecuadas permiten hallar la solución más fácilmente y obtener mejores soluciones, precisamente por disponer de más posibilidades a la hora de actuar.
Los candidatos disponibles son expertos en el sistema desde su punto de vista, conocen la forma en que funciona la parte que les afecta, la política, y son capaces de escalar puestos en el mismo para encabezar alguna lista. Los candidatos elegidos son expertos en hacer lo necesario para que la gente les vote, para llegar al poder, pero esto no implica de ninguna forma su capacidad en las tareas que van a tener que desarrollar después de obtener el voto, radicalmente diferentes a las primeras, como hemos podido comprobar con gran pesar en ya muchas ocasiones. El resultado por el diseño actual del sistema y la forma en que se realiza la evaluación por parte de los votantes, que no disponen de la información necesaria para poder hacerlo mejor, es que los políticos votados son expertos demagogos que obtienen votos, pero pésimos gobernantes a la hora de trabajar por el bien de la sociedad.
Es por esto que en la mayor parte de las ocasiones los candidatos enarbolan sus ideologías, sus principios, su moral, talante, respetabilidad y otros muchos intangibles, pero no aportan datos objetivos de su preparación académica, su currículo vitae (a menudo con más manchas que elementos a destacar) o sus auténticas capacidades para poder enfrentarse a los problemas con los que se van a encontrar como políticos, los problemas de la sociedad, buscando el bien de la sociedad. Al contrario, la experiencia que tienen, en lo que han demostrado su maestría, es en aprovechar la forma en que está hecho el sistema para su beneficio propio, para medrar y mantenerse en el poder, y esto es lo que estamos viendo que hacen.

En perspectiva

En la actualidad, en los trabajos en que se tiene una responsabilidad civil, se definen unas atribuciones legalmente, de las que se derivan las responsabilidades correspondientes y que se corresponden con las competencias demostradas al obtener los títulos correspondientes. Esto ocurre con los trabajos que, por el bien de todos, no puede realizar cualquiera. El intrusismo profesional es especialmente peligroso en casos como la medicina, donde directamente peligra la vida del paciente. En el caso de la política, donde peligra la vida (todos los aspectos de la vida, de una u otra forma) no de una persona sino de toda una sociedad, en cambio, no hay ningún requisito. Cualquiera puede ser médico, para ello sólo tiene que estudiar la carrera correspondiente y aprobar los exámenes, adquirir y demostrar su capacidad. En el caso de la política es parecido, cualquiera puede ser político, al igual que puede ser médico, la diferencia es que no tiene que adquirir ni demostrar ninguna capacidad, ni presentar una evidencia de la misma, simplemente conmover en un juego de demagogia y conseguir unos votos. En la actualidad, para desarrollar un trabajo, la mejor opción es un profesional. El conductor de un automóvil (a partir de cierta potencia) debe certificar su capacidad para ello, por los riesgos que conlleva el que pueda causar un accidente, sin embargo el "conductor" de un país sólo tiene que ser simpático y parecer buena gente.
Por esta perversión de la política expuesta, el "político profesional" se identifica con un parásito de la sociedad profesional, no con un profesional en obtener el bien para la sociedad, que es lo que, por definición de política, debería ser. Por esto se aprecia la conveniencia de redefinir la forma de hacer política y con ello lo que significa ser político. Los riesgos de no contar con profesionales para realizar una tarea son de sobra conocidos. Los edificios podrían colapsarse sin la supervisión de un profesional, curanderos y otros charlatanes hacen perder la salud y la vida a muchas personas, etc.
Un ejemplo excepcional que merece ser considerado es el del software libre. El software libre está hecho colaborativamente, en principio por cualquiera. Esto se debe principalmente a que la verificación es inmediata, tan pronto como se ha escrito un código es posible comprobar si funciona correctamente con cierto margen de fiabilidad pasando los tests preparados para ello, además de la verificación que realiza el compilador. Por otro lado, aunque supuestamente cualquiera pueda hacer una contribución lo cierto es que no es así, cualquiera puede hacer sugerencias para los desarrolladores y el punto de vista del usuario, para la usabilidad, por ejemplo, es fundamental. Sin embargo, para poder realmente escribir un código que sea correcto y funcional es necesario tener anteriormente unos conocimientos técnicos que permitan saber qué se está haciendo.
En el caso de la política la verificación no es inmediata, tenemos una medida de reducción de la velocidad que se ha tomado y luego retractado, y la verificación es inexistente, cuando ni siquiera existe una información clara de cuáles eran los objetivos que se perseguían, los motivos, si se han alcanzado y por qué han dejado de perseguirse de esta forma. Este desconocimiento generalizado permite que cualquiera opine, pero ninguna de estas opiniones sirve realmente para nada, no hay ninguna clase de avance, verificación, falsación ni funcionalidad en todo el diálogo. Esfuerzo y tiempo perdido.
Esta comparación puede realizarse en mayor detalle en el caso, por ejemplo, de la medicina. La existencia de métodos de verificación, así como de métodos y técnicas que forman parte de un protocolo permite que, aun cuando un paciente acude ya enfermo al médico, si su estado empeora debido a una mala praxis pueden derivarse responsabilidades al médico, lo que puede conllevar sanciones bastante duras. En el caso de los políticos, en cambio, el país puede estar en un buen estado cuando llegan al poder y acabar arrasado al final de la legislatura, con todos los dramas personales que ello conlleva, pero no se derivan responsabilidades de la mala praxis, sólo en casos particulares y flagrantes de corrupción puede que haya alguna clase de sanción. Como si la única forma en que un político pudiera hacer mal su trabajo fuera robando directamente.
Existe también la figura del asesor político. Sin embargo ni siquiera es procedente hablar de dicha figura. La población no tiene constancia del trabajo que realiza, quienes son ni su cualificación, a efectos prácticos, el trabajo realizado por el asesor está realizado por el político al que va unido, y que es al que la gente puede escoger y del que tiene constancia de sus capacidades. En este caso lo que se aprecia es una profunda falta de transparencia.

Propuesta

En el escenario descrito, con los problemas y oportunidades que presenta se elabora la siguiente propuesta.

La ciencia

La ciencia, etimológicamente sinónima de conocimiento, no sólo permite abordar estos problemas, principalmente mediante modelos matemáticos en la rama de la investigación operativa, sino que es además la mejor opción disponible, y precisamente por la relevancia de estas cuestiones debería ser por defecto aquella utilizada. Es fácilmente verificable, no cabe duda de ser la mejor opción cuando proliferan las carreras de ciencias y paulatinamente toda disciplina y rama del conocimiento se adhiere al método científico, y tampoco queda duda cuando para la resolución de los problemas más delicados se recurre a la ciencia, por ejemplo la medicina, con los problemas que conlleva. La política es un caso excepcional en este sentido y esto es un problema para el bien de toda la sociedad.
Eventualmente, en las cuestiones en que no sea posible aplicar la ciencia, siempre será posible aplicar la filosofía analítica, como disciplina más cercana a la ciencia y máxima expresión del pensamiento crítico (y por supuesto analítico). Sin embargo, la misma aplicación de la filosofía analítica va a llevar a la aplicación de la ciencia, puesto que en el momento en que se tengan datos que permitan verificar o falsar aquello decidido con la filosofía analítica va a ser posible usar estos datos para, de forma natural, pasar a hacer ciencia. Por tanto, en aquellas cuestiones en que eventualmente la ciencia no pueda ser aplicada pasaría de esta forma a poder ser aplicada siempre y cuando se mantenga el esfuerzo por hacer el análisis necesario, junto con la recogida de datos que han de ser analizados, para poder hacer ciencia.
No hay que olvidar todas las áreas abarcadas por la ciencia. Es habitual pensar en las ciencias naturales al hablar de ciencia, sin embargo éstas no son las únicas ciencias. Los conocimientos de las leyes de la materia y la energía tienen una utilidad bastante limitada en su aplicación a la gestión de un Estado. Sin embargo no cabe duda de la utilidad de otras ciencias, como la estadística, creada originalmente para este cometido, a lo que debe su nombre.
Así podemos encontrar muchas ciencias y ramas de las matemáticas como teoría de juegos, teoría de sistemas, investigación operativa y otras muchas, cuya aplicación o bien no se está realizando o no hay la suficiente constancia de que se esté realizando correctamente. Siendo, como sería, algo loable la aplicación de la ciencia y el poder comprobar científicamente la idoneidad de las decisiones políticas tomadas (sobre todo a la hora de acallar a la oposición), el hecho de que no sea públicamente conocido no deja dudas con respecto a la ausencia de su aplicación.
La ciencia, gracias a su objetividad y verificabilidad, permite buscar soluciones al problema de optimización multiobjetivo y otros problemas planteados en la política, obteniendo soluciones óptimas de manera independiente de quien sea el encargado de buscarlas (siempre y cuando haga su trabajo correctamente y sin errores). Además permite la verificación de las soluciones propuestas. De esta forma, la ciencia, haciendo explícito el conocimiento y los motivos por los que se toman las decisiones políticas, permite la transparencia, ya que el conocimiento implícito, o lo que es peor, la ignorancia y las actuaciones arbitrarias, azarosas, demagógicas y de otra índole no permiten exponer los motivos de dichas actuaciones, y en caso de exponer unos motivos, o bien serían mentira o bien sólo servirían para el desprestigio del político correspondiente.
En resumen, no se aprecian decisiones políticas que puedan quedar indefinidamente exentas de la aplicación de la ciencia, esta aplicación es deseable y debería ser exigida por aquellos que se beneficiarían de ella, todos los ciudadanos y los buenos políticos, que podrían demostrar su calidad frente a los malos políticos con datos objetivos.

La ingeniería

Una crítica que puede hacerse a la ciencia es que son disciplinas enfocadas a obtener un conocimiento, no a la resolución de problemas. Esto no es del todo cierto, mejorar la salud de aquellos que están enfermos es solucionar un problema y de ello se ocupa la ciencia médica. Sin embargo, sí es cierto que por lo general las disciplinas que se ocupan de la resolución de problemas empleando el conocimiento de la ciencia no son ciencias en sí, sino ingenierías, enfocadas más a la resolución de los problemas que a la obtención de conocimiento nuevo.
Cuando la aplicación del conocimiento científico es un hecho habitual puede estudiarse cuáles son las mejores técnicas y métodos, para la resolución de los problemas y la aplicación del conocimiento científico. De esta forma se desarrollaría una ingeniería política, en la que se estudiaría la forma correcta de resolver problemas en la política. Algo que dista mucho de las ciencias políticas actuales, que no busca resolver problemas sino la descripción de la política, tanto antes de conseguir los votos, como después, como en los sistemas no democráticos, además del funcionamiento de las administraciones públicas y otros elementos, desde un punto de vista descriptivo pero no normativo o destinado al diseño de cómo habrían de ser.
La ingeniería se posibilita gracias a la efectividad de la ciencia, que permite la creación de la técnica asociada. El conocimiento de la ciencia es verificable, lo que permite su aplicación y comprobar su utilidad. Comprobando su utilidad pueden estudiarse los métodos y técnicas que permiten obtener una mayor utilidad con un mínimo esfuerzo, y la forma correcta de manejar los recursos disponibles. Así, mientras que la ciencia lleva a la utilidad del conocimiento, al ser aplicable por y para ser verificable. La ingeniería lleva a laeficiencia en el uso de los recursos disponibles para la obtención de unos resultados, es decir, la resolución de problemas.
Así, la ausencia de una ingeniería política pondría de manifiesto la inmadurez de la ciencia política, algo que puede arreglarse con el tiempo, como ocurre con el resto de ciencias que a su vez se ven posibilitadas por los avances técnicos, por ejemplo los relativos a la denominada "sociedad de la información". En este caso, sin embargo, la prioridad debería ser máxima, por el impacto que tiene la política sobre millones de vidas. Estos esfuerzos no se están haciendo y ése es uno de los motivos de esta propuesta, si se estuvieran haciendo los esfuerzos correctamente, obteniendo resultados, toda la situación política sería completamente diferente y la propuesta innecesaria o redundante con respecto de la situación. No se trata de, sin embargo, de una cuestión meramente de creación de una escuela técnica de ingeniería política, ya existen métodos y técnicas en las ramas descritas y otras muchas que podrían estarse aplicando hoy en día y no se aplican.

La transparencia

La transparencia es una medida ortogonal a la aplicación de la ciencia.
Por un lado la aplicación de la ciencia potencia la transparencia. Es fácil imaginar que cuando se resuelve un problema matemático pueden escribirse en una hoja de papel los pasos seguidos para hallar la respuesta, como hace cualquier niño en la escuela. En cambio esto no se puede hacer cuando se trata de una solución improvisada o que se intuye que puede ser buena (a menudo a nivel de imagen, independientemente de las consecuencias que tenga para la sociedad). Es por esto que para una auténtica transparencia es necesaria la aplicación de la ciencia.
Por otro lado, la aplicación de la ciencia debe ser transparente para que los ciudadanos puedan comprobar la corrección de las soluciones propuestas. Los datos han de ser públicos y, de esta forma, posibilitar entre otras cuestiones, la realización de tesis doctorales sobre estos datos, posiblemente hallando soluciones mejores, que repercutan en el beneficio de la sociedad. Adicionalmente sería posible comprobar que las soluciones son correctas, lo que eliminaría la posibilidad de corrupción, aplicando una falsa ciencia que llevara a actuaciones políticas contrarias al bien de la sociedad. No habría una "casta" de científicos o ingenieros que pudiera pervertirse de esta forma, al ser su actuación completamente pública en todo momento.

Un ejemplo

Por brevedad se remite al lector a: responsabilidad en decisiones políticas.

Conclusiones

La propuesta actual no presenta los problemas de la denominada "tecnocracia", ya que no se trata de tecnocracia. Simplemente se trata de la democracia como la conocemos, con una transparencia que permite a los votantes saber realmente qué está pasando, qué se está haciendo y por qué se está haciendo, así como una ciencia que permite especificar además de los problemas presentes y las soluciones propuestas la forma en que se llega a la conclusión de que las soluciones propuestas son las óptimas.
No se elimina la posibilidad de que nadie sea presidente del gobierno u ocupe cualquier otro puesto de responsabilidad, simplemente se exige que previamente se forme y demuestre sus conocimientos y experiencia para el puesto que va a desempeñar, es decir, que se verifique que está capacitado para ello. Esto debe realizarse en igualdad de oportunidades, posiblemente otorgando becas para que puedan completar los estudios aquellos que de otra forma no podrían. Ésta es una cuestión tangencial, ya que debe realizarse también con el resto de profesiones y se puede decir que ya se hace, aunque como todo el sistema sea mejorable en este sentido.
La verdadera relevancia de la propuesta, sin embargo, más que en la selección de los políticos, se centra en la forma de trabajo, presentando medidas y desarrollando su labor desde la ciencia, con datos objetivos, y no desde la demagogia, con palabrería vacía. Esto también se aplica a la oposición y a la forma de hacer política en general. Es por esto, para que los votantes puedan desarrollar también su labor correctamente, por lo que la transparencia es necesaria, y una mayor y mejor recopilación de datos, que habrán de ser publicados con transparencia.
La ciencia política actual cubre algunos de los aspectos desarrollados en la presente propuesta, pero deja muchos sin cubrir, es previsible que continúe su evolución, siendo las facultades de ciencias políticas muy recientes (1953 para el caso de la Universidad Complutense de Madrid, por ejemplo). Adicionalmente sería aconsejable la creación de unosestudios de ingeniería política, que permitan formar en la resolución de problemas de índole político, prestando especial atención a la metodología a seguir, la justificación a través de la transparencia y el comportamiento de los sistemas complejos en general, siendo el Estado un caso particular de estos.
Unos políticos más capaces, gracias a estos conocimientos, no tendrían otro remedio que aplicar sus conocimientos de la mejor manera posible estando bajo la supervisión constante de la transparencia (véase la propuesta de gobierno transparente). Esto supondría una revolución en la política, al efectuarse de forma óptima. Siendo, como es, una cuestión fundamental para la vida de millones de personas, no hay motivos para conformarse con menos y muchos para exigir que esta labor se realice de manera correcta.
En resumen se trata de una meta-propuesta, que no indica lo que hay que hacer (aparte del fomento de estos estudios), sino cómo ha de hacerse, tanto por parte del gobierno como por parte de los actores políticos en general.

Puntos positivos:

  • El político sería un profesional cualificado que haría su trabajo con una mayor calidad.
  • Los acuerdos entre partidos serían más sencillos al ser comparables las soluciones propuestas y poder analizarse cuál es la mejor de manera objetiva.
  • Podrían darse unos fundamentos en cuanto a teoría de sistemas en las escuelas (algo muy básico) que permitirían a los votantes estar mejor informados y preparados para comprender la política y realizar su labor.
  • La transparencia se vería potenciada al tener también las demostraciones de los métodos y técnicas empleados para alcanzar las soluciones propuestas.

Puntos negativos:
  • Requiere profesionales mejor formados y preparados para el desempeño de la labor pública, esto podría significar que su salario estuviera justificado.
  • El trabajo del político sería más técnico y duro. Se hace trabajar más a los políticos.
  • Habría menos diversidad de opiniones, al haber mayor objetividad en política, siendo los distintos puntos de vista comparables y además falsables. Para algunos podría suponer la destrucción de algunas creencias y posiblemente malestar.
  • Los debates ideológicos podrían finalizar con una apuesta y la posterior verificación (posiblemente muy complicada) y dejarían de ser sempiternos. La política perdería como tema de conversación en este sentido.
  • No habría más medidas populistas que gustan tanto a la gente pese a perjudicarles de una forma que es mayor al beneficio percibido aunque menos evidente.

Enlaces de referencia, web con contenido relacionado con el de la propuesta:
  • Lista de comentarios en menéame donde esto ya ha sido debatido puesto que lo he propuesto gradualmente y reiteradamente.
  • Discusión en wikipartido donde explico con algo más de detalle y menor generalidad lo que sería la propuesta, válido como ejemplo al ser algo más concreto que lo indicado aquí.

Propuestas relacionadas o similares:

Por tener una copia y re-publicar lo escrito en: http://wikipartido.es/index.php?title=Gobierno_cient%C3%ADfico-ingenieril

sábado, 13 de agosto de 2011

Gobierno transparente

Los datos que manejan las administraciones públicas deben ser públicos, puesto que los recursos que gestionan lo son y los encargados de evaluar dicha gestión, los ciudadanos, deben tener acceso a esta información para poder realizar una evaluación correcta.

Esta propuesta incluye unos mínimos de transparencia a cumplir por parte de las administraciones públicas para un funcionamiento lícito de las mismas.

Los datos que manejan las administraciones públicas deben ser públicos. Esto incluye pero no está restringido a:

  • Presupuestos manejados, el uso que se hace de ellos, justificaciones y resultados esperados.
  • Dinero recaudado, fuentes de la recaudación, propiedades y características.
  • Información recolectada y anonimizada por dichas administraciones (por ejemplo información de salarios en el caso de hacienda, gasto causado por enfermedades derivadas del tabaquismo y enfermedades respiratorias por parte de sanidad, datos de la calidad del aire por la agencia de meteorología, etc.) las posibilidades son innumerables, sobre todo cuando se cruzan unos datos con otros y cuando se llega a niveles de granularidad interesantes.
  • Información generada por las administraciones en cuanto a acciones realizadas.
  • En general, cualquier dato que manejen las administraciones.
  • Además, las administraciones deberían recoger más datos para asegurar que:
    • Las decisiones que están tomando son correctas con respecto de la situación en que se toman.
    • Las decisiones que se han tomado han tenido unos efectos más o menos similares a los que se esperaban antes de tomarlas. Puede ser necesario revisar el modelo o derivar responsabilidades.

Cuando una administración pública realiza alguna clase de concesión a una privada para llevar a cabo una tarea también se trata de un servicio público financiado con fondos públicos y por tanto la información correspondiente debe ser pública.

  • Deben publicarse en convocatoria abierta los requisitos para el proyecto, junto con la justificación de dichos requisitos para que pueda comprobarse que no están sesgados hacia una empresa en particular.
  • Las empresas y otras entidades prestando servicios públicos deben regirse por las mismas normas de transparencia en todo lo referente a dicho servicio público. Por ejemplo una tasa mayor de averías en un conjunto de autobuses puede asociarse a un conductor si hay una correlación significativa en el tiempo entre las averías y los momentos en que dicho conductor está asociado a un autobús. Si hay una concesión de los transportes a determinadas empresas en determinados ámbitos dichos datos deberían ser públicos, puesto que es la forma que tienen los ciudadanos de supervisar esta labor que en cierta forma están pagando. Por supuesto esto debe priorizarse y debe comenzar por lo que es más importante. Es fácil ver que la sanidad es más importante que los transportes. La SGAE sería otro ejemplo en esta categoría.

Dicha información debe, además, ser accesible y utilizable por los usuarios. Ciertamente hay ya información que puede encontrarse hoy en día en el BOE y otras fuentes pero es sumamente críptica. Para garantizar esto:

  • La información se publicará con estándares abiertos en formato estructurado, las visualizaciones son secundarias.
  • La forma de publicación de un determinado tipo de información será constante en la medida de lo posible, permitiendo que las aplicaciones sean reutilizables entre años.
  • Se realizará un catálogo de los repositorios de datos disponibles, formas de consulta, etc. (meta-datos).
  • Se convocarán concursos para aumentar la accesibilidad y usabilidad de estos datos, ya sea en la visualización, integración, conversión entre formatos, etc.
    • Los datos referentes a estos concursos serán, por supuesto, abiertos también, y aparecerán recogidos con estadísticas en el catálogo de datos.
    • Gracias a estas estadísticas en estos concursos no sólo participan los desarrolladores de aplicaciones, sino también las administraciones en cuanto a su apertura de datos. Una baja utilización de unos datos en concreto indica que no se están liberando de la forma correcta y será necesaria su revisión. Si la situación se prolongara podría recurrirse a sanciones.
  • Sería deseable que las distintas administraciones llegaran a un consenso con respecto de una única forma de publicar los datos, y que aunaran esfuerzos. Esto no es necesario, simplemente una medida de austeridad.

Nota: Estos mínimos podrán ser ampliados con los comentarios de la página de discusión si se consideran convenientes.

Puntos positivos:

  • Mejoraría la eficiencia de las administraciones públicas al estar sometidas a una supervisión constante y completa.

  • Permitiría una toma de decisiones más basada en los datos y los resultados y menos en los votos y promesas ideológicas trasnochadas.

  • Permitiría una correcta evaluación de la gestión pública, tanto por los ciudadanos como por la misma administración.

  • Habría menos especulación. Las apuestas acerca del futuro serían menos volubles al tener datos de mayor calidad.

  • Posibilita la aplicación de la ciencia y soluciones con criterio, calidad y algunas garantías a los problemas de ámbito político.


Puntos negativos:

  • Habría unos gastos asociados a la publicación de los datos. La demanda de profesionales cualificados podría aumentar y producirse inflación en estos servicios hasta incluso superar la media de los países del entorno.

  • Al ser más accesible la información el periodista tiene menos trabajo que realizar, puede incurrir en paro. Podemos ver una auténtica democratización del periodismo, donde el blogger puede analizar datos de primera mano.

  • Sería prácticamente imposible mantener la (falsa) confianza a través de la ocultación de datos.

  • Habría menos dinero negro procedente de las administraciones. Los sectores de artículos de lujo se resentirían.

  • La publicación de datos con efectos retroactivos puede provocar una profunda indignación.


Enlaces de referencia, web con contenido relacionado con el de la propuesta:


Por tener una copia y re-publicar lo escrito en: 
http://wikipartido.es/index.php?title=Gobierno_transparente

domingo, 31 de julio de 2011

Cultura cerrada

Las administraciones públicas mantienen una cultura cerrada en cuanto a los programas informáticos, aplicaciones, plataformas y lo que es peor, los datos.

En el caso de los programas y aplicaciones es muy perjudicial por los costes que ello conlleva y la falta de eficiencia. Igualmente, en las adjudicaciones que se hacen, que de nuevo, viniendo de la administración pública, deberían ser por concurso, en convocatoria pública y abierta. Pero el caso más sangrante es el de los datos.

Es impensable que los datos de las administraciones públicas no sean públicos, o los programas informáticos. Es impensable desde la lógica, desde la realidad lo vemos a diario. Además los datos que se liberan siempre son muy limitados y de forma críptica, sólo vemos gráficos claros (y probablemente sesgados) en las campañas electorales, con suerte.

Hoy precisamente buscaba los datos de la movilización de tropas españolas en los últimos años, clasificadas por misión, evidentemente no lo he encontrado. No es la primera vez ni la última que algo así me pasa.

Para que los políticos puedan ser evaluados, para que los ciudadanos puedan saber lo que ocurre en su país, con los impuestos que pagan, con lo que es suyo puesto que es de todos, la transparencia es una condición sine qua non. No sólo toda esta información tiene que estar disponible, ciertamente ya hay mucha información disponible, sino que tiene que ser usable y accesible, tiene que haber formas de consulta de esta información que permitan una consulta sencilla para poder acceder a esta información.

Paradójicamente, estas formas de consulta no vienen de la misma administración pública, que debería suministrarlas, sino de otras herramientas, escribiendo esta entrada se me ha ocurrido hacer la siguiente prueba en wolframalpha. El problema en este caso es que la información de la que dispone es muy limitada, incomparable a la administración pública, y no es posible acceder de esta forma más que a una porción ínfima de la misma.

En la administración pública lo que vemos, en cambio, es lo contrario, no la publicación de los datos, sino la deliberada destrucción y ocultación de los mismos.[1][2][3][4] por poner algunos ejemplos.

Algo así, ocultación de información, una doble contabilidad, sería mala en una empresa privada. Pero cuando estamos hablando de una administración pública es indignante, inadmisible, inaceptable que las cuentas junto con el resto de los datos no se publiquen desde un primer momento y sean de esta forma públicas y transparentes.
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El principio de Colaboración en el Gobierno Abierto: El efecto Gollum

Los gobiernos, y las altas estructuras de la administración pública en nuestro país, son el mejor ejemplo de ese “efecto gollum”, hijo bastardo de la ya famosa frase que decía que “la información es poder”.
Se ha fomentado durante muchos años una cultura de trinchera y autarquía en la que, a pesar de tener misiones similares y problemas parecidos, y a pesar de los beneficios que podía acarrear la simple aplicación de economías de escala,
Gobiernos adanistas que otorgaban – y otorgan- más valor a poseer en exclusiva de una plataforma que a ponerla a disposición de la comunidad con su código fuente abierto para que otros la utilicen, la mejoren y puedan adaptarla a sus realidades concretas y todo ello en a pesar de los principios enunciados por de el artículo 3 de la Ley 30/92 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y procedimiento Administrativo común , que dice taxativamente que “la Administración sirve con objetividad a los principios de eficacia, jerarquía, desconcentración, coordinación, sometimiento pleno a la CE, ley y derecho, el deber y respeto en su actuación a los principios de buena fe y confianza legitima”.
“En relación con otras admón. se rige por el principio de cooperación, colaboración, actuar con criterios de eficiencia, y servicio al ciudadano. En relación con los ciudadanos actúa con criterio de principio de transparencia y participación”
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domingo, 17 de julio de 2011

Publish (weekly)

    • Basura legislativa
    • Pero hay, al menos, otro conjunto de normas que, de un modo poco científico, podemos llamar “políticas”. Y que son leyes (u otro tipo de normas) que se crean con algún objetivo político determinado.
    • El problema que me planteo es el siguiente: la posibilidad, más que probable, de que las normas de carácter político, las que se plantean ese conjunto de objetivos definibles, fracasen en sus objetivos o tengan consecuencias sociales no previstas y muy perjudiciales.
    • Pero si se planteaban unos objetivos definidos, debería poder estudiarse 1) Si se han cumplido esos objetivos, 2) si además se han producido otros efectos indeseables y 3) si existe una alternativa mejor.
    • El objetivo sería identificar y eliminar toda la basura legislativa que se acumula, que ni se revisa ni, sobre todo, se elimina. Decía Calvil Coolidge que “es más importante matar las malas leyes que aprobar las buenas”
    • Cuando se proponen nuevas leyes, se revisten de fabulosas predicciones sobre todos los parabienes que van a traer
    • Un cambio de este estilo haría algo más racional el debate político y la aprobación de nuevas leyes y, sobre todo, expulsaría del ordenamiento jurídico normas que hacen más mal que bien
    • Los recursos son escasos
    • ¿Qué significa que un bien sea escaso? Que no podemos disponer de una cantidad ilimitada de aquello que consideramos útil.
    • Toda acción humana presupone la escasez
    • Sin embargo, los medios son, por definición, insuficientes para la satisfacción de todas nuestras necesidades
    • verdad que los niveles de metales son una preocupación constante de las autoridades, pero e
    • “Es verdad que los niveles de metales son una preocupación constante de las autoridades, pero el pescado azul es tremendamente saludable.” -Leire Pajín, ministra de Sanidad
    • nos hemos convencido de que, en mayor o menor medida, todo lo que comemos es dudoso, pero lo asumimos como un precio por vivir en una sociedad avanzada
    • todo lo que comemos es dudoso, pocos productos de la industria alimentaria resisten hoy un examen a fondo
    • Pero la segunda parte del razonamiento fatalista no tiene por qué ser cierta: no podemos aceptar que la contaminación alimentaria es inevitable. Al contrario, hay que denunciarla y exigir otras formas de producción

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viernes, 27 de mayo de 2011

La burbuja inmobiliaria en clave de humor

El vídeo (al final de la entrada) es realmente bueno, así que no admite mucha explicación adicional.

Hay que considerar algunos puntos clave:

  • Los jóvenes que dejan los estudios para ir a la construcción no es porque sean tontos o inconscientes, lo hacen porque venimos de una situación previa en la que titulados universitarios se veían en paro y con bajos sueldos. Esto es un problema tanto por parte de las universidades, que forman titulados de dudosa utilidad (supuestamente paliado con la siempre criticada Bolonia), como por parte de las empresas, que ciertamente podrían hacerlo mejor y merecen una extensa y seria reflexión, aunque en última instancia lo que van a hacer es jugar con las reglas del juego que marque el Estado y el mercado (los consumidores), en nuestro caso no del todo buenas, y así pasa que cuando llega la selección "natural" se nos quedan temblando prácticamente todas, aunque unas más que otras, que es lo importante.
  • La inversión en I+D era fundamental, tanto desde las administraciones públicas como desde las empresas, siendo una época de bonanza, incentivos a las empresas como reducción de cargas impositivas por la inversión en I+D podía tener un efecto amplificador, mucho más efectivo que la inversión en I+D directa. La época de bonanza se produjo tanto en la segunda legislatura del PP ("España va bien") como en la primera del PSOE ("Champions lij"), la inversión en I+D fue insuficiente en ambos casos.
  • Se dice que es entre difícil e imposible predecir el futuro en economía, pero lo realmente difícil es predecirlo y que hagan caso. La burbuja de la construcción se veía desde hacía mucho tiempo, conforme se ve en el vídeo desde el 2005 ya se ve que hay un problema, pero si alguien dice que la gente se está endeudando, que se masca la tragedia, resulta que es un antipatriota y un villano. Tal vez el "villano" no lo sepa solucionar, tal vez sólo lo diga por malmeter un poco y rascar votos, eso no es lo importante, lo importante es que hay datos y se ve venir, y en el 2007 más. Por eso es importante tener datos, transparencia, etc. Y claro, hay que tener gente que ofrezca soluciones, y para esto, si quienes gobiernan no saben, que liberen los datos, con transparencia, y seguro que alguien aparece que sí sabe solucionarlo.


Dicho esto, sólo añadir un apunte, Walt Disney no está criogenizado, es una leyenda urbana, pero para el chiste es la persona presuntamente criogenizada más famosa. Nada más por hoy.

sábado, 21 de mayo de 2011

Manual para hacer un referendum

En primer lugar disculpas a quien buscara procedimientos legales para llevar a cabo un referendum, esta entrada del blog pretende explicar cómo hacer un referendum desde el punto de vista de la forma en que han de seleccionarse los contenidos, para que sea más provechoso para todos.

Lo primero a considerar en el caso de un referendum es el tema que se trata. El tema debe ser una preocupación de la ciudadanía, no se hace un referendum de aquello que a nadie le importa. Debe tratar el tema desde un punto de vista fundamental, yendo a la raíz del problema, de lo contrario, no se tratará la preocupación de los ciudadanos, sólo de algunos síntomas. Debe recoger todos los aspectos relevantes en dicho tema, de lo contrario será parcial, y es algo suficientemente importante como para no dejarlo a medias. Por otro lado no debe incluir otras cuestiones, no se trata de hacer un referendum de todo aquello que preocupa a la población, sino de todos los aspectos de un tema que preocupa, si resultara que el segundo tema que más preocupa a la población realmente les preocupa mucho entonces lo que procedería es hacer un segundo referendum, pero no mezclar. El que mucho abarca poco aprieta y al final lo que se tiene es una cortina de humo, un río revuelto y nada claro, donde se va a intentar tergiversar, manipular, confundir y otras muchas cosas que, tristemente, estamos acostumbrados a ver. La forma de evitar esto es que todo esté lo más claro posible, y parte de esa claridad se obtiene no mezclando unas cosas con otras. En resumen, debe tratar todos los aspectos de un tema y sólo eso.

Lo segundo a considerar es cómo presentarlo. El referendum no puede incluir todas las propuestas, como las presentadas en varios manifiestos que estamos viendo últimamente, como si fuera una unidad, una idea única. Lo deseable sería que hubiera un debate razonado acerca de la cuestión considerada y que se llegara a conclusiones con un consenso, que no es lo mismo que la mayoría, sino un acuerdo entre todos. Esto no es técnicamente posible todavía, pero no es una excusa para limitar la libertad de la gente a expresar su opinión con el referendum. Un referendum ha de tener varios puntos que puedan ser votados de manera separada, preferentemente, por simplicidad, cuestiones que puedan responderse con un sí o un no, pero para que sean esta clase de cuestiones deben ser realmente atómicas, es decir, que no puedan ser divididas en otras más pequeñas. Si alguien vota sí ha de votar que sí a todo el punto, y lo mismo con el no, en ningún caso nadie debería votar sí o no pensando que desearía votar "sí, pero..." o "no, pero...". Esto es lo que hacen los partidos políticos con leyes como la de la Economía Sostenible, agrupando varias cuestiones y colando la Ley Sinde dentro. Una de tantas cuestiones indignantes que tristemente estamos acostumbrados a ver y no son noticia.

Lo tercero es cómo crear el contenido. Un referendum no puede salir de la nada, la redacción de su contenido es una cuestión compleja en la que ya han de aglutinarse las inquietudes de una gran parte de la población. Un referendum debe estar realizado de forma que no excluya a nadie, que todos puedan expresar su opinión. Han de tenerse en cuenta los dos puntos anteriores, pero además es fundamental que el referendum tenga un buen acabado, debe tener un impacto apreciable sobre el problema. De lo contrario, el problema seguirá ahí, cundirá el desánimo y las posibilidades de futuros referendums quedarán cercenadas. Por todo esto, la decisión del contenido es una decisión importante y no lo deberían acordar unos pocos sino que habrían de participar muchos, y esto sí es ya técnicamente posible. No es necesario que el medio sea oficial, simplemente es necesario que el medio no sea fácilmente manipulable y permita redactar un referendum que, con las urnas y los medios disponibles en el Estado permita llegar a una conclusión que sea oficial.

Finalmente, en cuarto lugar, un referendum no es un manifiesto, no se trata de establecer qué es lo correcto, simplemente de permitir a la gente que vote aquello que considera correcto, pudiendo no existir consenso ni antes ni después del referendum. Un referendum no afirma cómo ha de ser algún aspecto de la sociedad, sólo plantea las cuestiones que han de tenerse en cuenta, aquellas que causan inquietud (o indignación) a los ciudadanos y sobre las que la gente debería poder decidir, después del referendum, cuando se conozca la opinión de la gente con respecto a estas cuestiones, será posible determinar cómo habrían de ser las cosas para ser conforme a los deseos de los ciudadanos. Por eso ha de partirse del menor número de premisas posibles, no introducir sesgos a la hora de plantear las cuestiones, y dar la mayor libertad y capacidad de decisión posible a quien va a votar ese referendum, si no, se convierte en una pantomima.

Cabría hacer consideraciones acerca de si los contenidos del referendum son beneficiosos o perjudiciales, mejores o peores, pero eso es otra cuestión, que no pertenece a las consideraciones que hay que realizar cuando se hace un referendum sino las consideraciones que hay que realizar cuando se vota a un referendum. Puesto que siempre es importante mantener la claridad y la separación de los temas, aquí acaba este manual.

Si todo va bien debería ser posible ver un ejemplo en este enlace, de momento es un experimento a ver qué resulta. Probablemente haya plataformas mejores, pero esto es lo mejor que he encontrado, si alguien conoce otra mejor puede decírmelo o montarla él mismo. Así mismo, cualquier posible mejora o comentario acerca del manual es, como siempre, bienvenida, he hecho lo posible por aplicar mis conocimientos de ingeniería del conocimiento y teoría de la decisión, además de no extenderme demasiado, siendo objetivos conflictivos el resultado óptimo es subjetivo, y por tanto está sujeto a debate.

domingo, 8 de mayo de 2011

La perversión de la imposición

En la anterior entrada mencionaba el poder que tiene el pueblo al pagar por aquello que considera correcto en cuanto al beneficio que aporta a la sociedad en general, y en concreto al consumidor, y en cuanto a los medios por los que se obtiene dicho producto o servicio. Esto sólo ocurre de manera correcta si el consumidor toma una decisión responsable, informada y libre.

La responsabilidad de la decisión ya quedaba remarcada por la actitud crítica a la que hacía referencia. Es fundamental en muchos ámbitos de la vida diaria, especialmente en contextos socio-políticos. La información también estaba señalada, con la función de Internet, y volveremos sobre ella en futuras ocasiones. Esta entrada trata del último aspecto, la libertad, que se ve mermada en formas ciertamente perversas.

No me refiero a la manipulación que pueda hacer la publicidad y por lo que cada cual ha de recurrir a su pensamiento crítico y escepticismo a la hora de juzgarla. Me refiero a la auténtica incapacidad para escoger que se da en muchas ocasiones y que, por su cotidianidad puede pasar desapercibida.

Se trata de cargas que se imponen sobre los productos, el más llamativo de todos es posiblemente el canon de la SGAE, que ya cuenta por lo menos con un movimiento en contra como es el caso de todoscontraelcanon. De esta forma, un consumidor que opta por las producciones de Hollywood sobre las patrias o la música anglosajona sobre la española pero decide hacer uso de algún aparato con capacidades multimedia está en realidad financiando a los autores españoles, o a algunos sólo, de una manera bastante opaca, además, con un reparto que muchos autores dicen no es justo y sin duda es debatible. Si al pagar por algo se está pagando otra cosa, sobre la que el consumidor no tiene control, entonces el sistema se pervierte, de una manera similar a lo que sería que nuestro voto se transmutara en un voto para otro partido al depositarlo en la urna.

Se está financiando algo distinto al producto o servicio por el que se paga mediante estas imposiciones, siendo la más general los conocidos simplemente como impuestos, como es el caso del IVA. Estos impuestos pueden derivar en subvenciones a algo completamente independiente de la decisión tomada por el consumidor con un criterio opaco y sin justificarlo de ninguna forma. Podemos saber dónde van los impuestos, pero no por qué. La compra de un dispositivo multimedia, además de un canon, tiene unos impuestos, que pueden ir destinados a algo relacionado, como es la I+D e investigación en ciencias y tecnologías, para hacer dispositivos mejores, a otra cosa relacionada pero bastante diferente como es la subvención de la cultura y generación de estos contenidos nacionalmente o a algo sin ninguna relación, como es la construcción de una infraestructura, de dudosa utilidad a veces. El criterio por el que el consumidor realizó el pago se pierde en este caso, no es factible que sea de otra forma, y se reemplaza por el criterio que establece el Estado, que ciertamente no es transparente (no se conoce) y probablemente no es científico (no parte de principios objetivos ni comprobables), este criterio es, en definitiva, de dudosa calidad.

La imposición con tal vez la peor fama son los monopolios, eliminan la capacidad de elección del consumidor al ser la única opción disponible, parecen especialmente habituales en el mundo de las nuevas tecnologías. Por ejemplo tiene fama de empresa malvada Microsoft, por el monopolio en sistemas operativos,  aunque hay opciones y como consumidores responsables tal vez habría que fomentarlas, eso corresponde al juicio de cada uno. Sin embargo tiene fama de empresa benevolente Google, y no debemos olvidar que aunque ofrezca los productos gratuitamente el hacer uso de los mismos ya es, de una forma más sutil, fomentar dicha empresa y todo lo que ello conlleva. En este caso la cuota de mercado de Google en España es impresionante y a la vez preocupante, puesto que refleja una uniformidad en la población, al menos en este aspecto, sin igual, lo que puede ser fuente de muchos problemas que tal vez comentemos en el futuro.

Y precisamente, por la opacidad en el criterio del Estado, y la imposición que hace éste, ha de considerarse al mismo Estado como una fuente más de imposición, no a través de los impuestos, sino de los servicios públicos, similares en muchos aspectos a los monopolios, ya que prestan un servicio pero el ciudadano a menudo tiene una capacidad de elección muy limitada, si es que tiene alguna. En este caso pueden darse dos situaciones:

  • Que el servicio deba ser único, es un monopolio en esencia o simplemente no es viable que haya varias alternativas. En este caso lógicamente el Estado debe ocuparse de prestar este servicio, evitando que haya un monopolio en manos privadas se da un monopolio en manos públicas. Éstas sólo serán mejores que las privadas si la tarea se realiza mejor, y en esto es fundamental la ciencia y la transparencia de nuevo, garantizando que el servicio se presta de forma óptima y cualquiera puede evaluarlo y comprobarlo. Ésta ciencia y transparencia, en este caso, son similares a lo que el código abierto representa frente a otras alternativas en el software.
  • Que el servicio en sí no necesite ser público, incluso muy probablemente haya alternativas privadas, pero sea un derecho que el Estado debe garantizar. En este caso, habiendo alternativas privadas, pudiendo el ciudadano escoger, no es necesario que el Estado se convierta en empresa, además de Estado, es posible hacer uso de estas alternativas privadas si son de suficiente calidad, y si hay una competencia sana entre ellas así será. El Estado lo que debe garantizar es que los ciudadanos puedan hacer uso de estas opciones, primero garantizando que su nivel de vida y las capacidades que tienen son las mejores posibles (que es la función del Estado, en esencia), pero en caso de que pese a ello no puedan acceder al servicio el Estado debería subvencionarlo. Para esto, el dinero no ha de ir directamente al servicio, saltándose el paso de decisión del consumidor, sino que ha de ir al consumidor, para que él escoja qué hacer con ese dinero, que es en esencia, un voto.

Es por esto que las imposiciones deben reducirse a la mínima expresión necesaria y conveniente. Los consumidores deben tomar consciencia de todo lo que implican sus compras e incluso acciones que no conllevan un desembolso. Los ciudadanos deben tomar consciencia de todas las decisiones que les están siendo negadas, no habiendo motivos de peso para ello, y reclamar que se les permita tomar estas decisiones. Finalmente, en aquellos casos en que la decisión no pueda recaer en el consumidor, después de demostrarse que así es, la decisión deberá tomarla el Estado, pero los motivos por los que se toma una decisión u otra deben ser expuestos con claridad de manera pública y deben sostenerse en la evidencia científica de datos objetivos y comprobables.

Como conclusión: Es fundamental reclamar la libertad negada y luchar contra la imposición. Es fundamental evaluar el trabajo de  los políticos, puesto que la selección de personal nos corresponde como votantes. Y, finalmente, es fundamental que las decisiones de las que depende la vida de millones de personas se realicen de manera transparente y con el mejor conocimiento posible para la toma de estas decisiones, que hoy en día, por su objetividad, es la ciencia con sus distintas ramas.